Por menos de mil soles, una persona puede chuponear a otra y hasta recibir e-mails de sus conversaciones. Una compañía con sede en Lima trata de convencer a las madres para que compren sus equipos celulares y se los regalen a sus hijos, de tal forma que puedan escuchar todas las conversaciones de ellos, recibir correos electrónicos con información sobre esas llamadas, espiarlos vía gps, etc.

Lo interesante aquí no es la existencia de este tipo de aparatos, sino el impulsar a una persona a mentirle a un ser querido para darse el gusto de espiarlo, atentando así con la privacidad de esa persona. Una mala publicidad, que refleja los quebrantados valores morales de quienes ofrecen estos productos y apelan a la enfermiza curiosidad de algunas personas. Relojes, lapiceros, corbatas, lentes... espías nos invaden. Desde ahora hay que tener mucho cuidado con los regalos que recibimos. Usted puede ser víctima de uno de estos tipos de espionaje sin saberlo.